jueves, 23 de octubre de 2014

Aventuras medievales - La Fragua del Dragón 1x11

Capítulo 11

El entrenamiento había terminado, la explicación fue suficiente, ella miraba la espada en la mano de su padre con toda la intención de retarme para practicar, no se sí es raro que también quiera batirme con ella, pero su padre con una mirada calmo sus ansias y regreso a interior de la casa.

-Descansemos, ya estoy muy viejo para estos trotes, tengo curiosidad por algo que dijiste- entramos a la casa, el guiso ya estaba hirviendo por lo cual un aroma que despertaba el apetito nos recibió, nos sentamos después de el, esperando a que retomara la conversación donde la dejo.

-verdaderamente eres muy versátil, un caballero, arquero y un guerrero, el creador tenga en su gloria a tu padre que tuvo a bien educarte como lo hizo, sin embargo tu sinceridad revela más de lo que quieres decir. Por ejemplo, cuando te "invite" a practicar, estabas preocupado, pero cuando tomamos las espadas de entrenamiento, tu pesadumbre desapareció. - Tomo un trago de vino, levanto su mano en señal de que aún no respondiera nada y continuo hablando - las espadas aunque son de madera, miden y pesan lo mismo que una de metal completo, pues su núcleo además de la guarda, son de acero, así que explica como es que en su momento, haces referencia a que las de entrenamientos son más ligeras que la tuya!? - me dijo y espero la respuesta, podía haberle dado una explicación compleja de todo, pero lo más fácil era presentarle el objeto de su curiosidad.

Me puse de pie, camine a donde estaba mi arma, con la mano derecha tome la espada de la funda, y con el pulgar presione la guarda, me acerque a el, al momento se puso de pie, tomo la espada, pero no la solté.
-Sería tan amable de tomarla con ambas manos mi señor!?- ante mi sugerencia simplemente frunció el ceño, aún así hizo caso a mis palabras, cuando ambas manos estaban en la guarda, quite el pulgar de la guarda y deje que desvainará.

Mi armaera la espada de mi padre, el me la heredo, fue su última creación, hecha con material de una estrella que murió y callo del cielo, el metal era tres veces más pesado que el acero, sólo puede ser afilada cuando alcanza el rojo vivo y sin importar cuanto la pula y afile el material no deja de ser negro, le presenté el colmillo negro de dragón.

Sólo la eh desenvainado para practicar, pocas veces esta en todo su esplendor, pocos la han visto, más allá de la familia, además de todos los que sintieron su filo y se llevaron su experiencia a la tumba, mucho menos alguna vez había estado en manos de alguien que no llevara nuestra sangre, sin embargo quiero ser parte de esta familia, esto es en parte una ofrenda, espero mi padre me comprenda y no se ofenda.

El, al tomarla con las dos manos y desenvainara conoció la verdad, sabía que el tenía razón, no acostumbro mentir o ingeniar alguna mentira jamás, cuando me dirijo a alguna persona, siendo que son pocas las oportunidades que tengo para hacerlo, nunca eh dejado de ser directo y verás.

Con mucho esfuerzo, sin dejar de usar todas sus fuerzas, el la miro por ambos filos, tanto como pudo y después la volvió a envainar.

Tenía esa capacidad para indicarme las cosas sin hablar, me puse en pie, con la mano izquierda en la vaina, tome la espada con mi diestra y la desenvaine otra vez, hice algunas poses de defensa a una mano, después, recargue la vaina en la pared, realice varios cortes al aire hacia el vacío, la espada cortaba el aire con un singular sonido, tome la vaina y el colmillo negro volvió a descansar.

-Ya veo, tu padre renuncio a su puesto como guerrero, se convirtió en Herrero, vivió con su familia hasta que sus días se terminaron, casi no puedo creerlo, el destino quiso que te conociera, tu padre una vez me salvo la vida, no aquel que tu conocías como un hombre estricto y amoroso, en el campo de batalla el era la espada más fuerte, el caballero más capas que eh conocido, lo llamaban la sombra del dragón- me sorprendió que alguien supiera algo sobre la vida pasada de mi padre, el nunca lo negó, pero evitaba dar detalles de su vida marcial.

Fin capítulo 11

Cuando la inspiración me llega, lo hace a raudales jejeje en proceso el capítulo 12.

~Ryutaro

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