viernes, 19 de octubre de 2012

Aventuras medievales - La Fragua del Dragón 1x07

Capítulo 7

En vista de lo que aconteció, se reunió una multitud, se detuvieron incluso varios actores a ver la conclusión de nuestro encuentro.

-Caballero sus habilidades no tienen igual, le presento a usted nuestros términos, acepte la mitad del premio o un nuevo reto, doblaremos la distancia de la Diana y se cambiará el objetivo por una manzana- parecía prudente aceptar la mitad del premio, pero me estaba divirtiendo demasiado así que acepte el reto.

Se anunció el evento, el encargado del puesto en vista de que podía perder como segunda opción empezó a organizar apuestas entre los allí presentes, en circunstancias normales no lo habría permitido, pero la gente así lo deseaba, pues quieran participar de alguna manera en nuestra competencia.

Se realizaron los cambios pertinentes, la multitud guardo silenció, pues el arquero se preparó para hacer su tiro, tenso la cuerda un poco más fuerte de lo que anteriormente lo había hecho, al liberar la flecha, en un parpadeo llego a su destino, se clavó en la manzana.

Sin duda los presentes estaban sorprendidos por la proeza, lo vitoreaban mientras yo me preparaba, ya antes me había percatado de que la cuerda no tensaba lo suficiente, con este arco no alcanzaría la distancia, sería inapropiado cambiar el arco, se vería como una escusa, por lo cual, lo desmonte, acorte la cuerda haciéndole un amarre en el extremo, posteriormente lo monte otra vez, prepare mi tiro, tense la cuerda fijando el destino de la flecha, realice mi tiro.

La fecha atravesó la manzana y se clavó aún más lejos del objetivo, los presentes entusiasmados estaban que no cabían en sí de alegría, pues les pareció muy divertido todo lo que pasaba, el arquero estaba asombrado de que pudiera igualar su proeza.

-Ahora yo propongo un reto, en vista de que hemos empatado otra vez, si no tienen inconveniente...- se me ocurrió una práctica que me dio mi padre una vez, aún que no eran las mismas circunstancias podía emular las condiciones con algunas similitudes.

-Cual es su propuesta caballero?- me pregunto el encargado

- Sólo tendrá que imitar mi tiro, si el puede acertar igual que yo, le concederé la victoria- les propuse aún que sabía que su respuesta sería afirmativa pues hasta ahora habíamos demostrado iguales habilidades.

Entonces me propuse a preparar las condiciones a imitar, primero que nada la Diana sería una calabaza, del tamaño aproximado a la cabeza de un adulto, estaría ubicada a 25 pasos.

Posteriormente dispuse un barril que estaba cerca, acostado era bastante inestable, sobre el una tabla gruesa que podría soportar mi peso pues me balancearía en ella, además le indique a los presentes que recogieran piedras, explicándoles después que cuando yo estuviera listo empezaran a arrojarme las al cuerpo, sin tratar de pegarme a la cabeza, cuando todo estuvo listo me propuse a realizar mi tiro.

Subí a la tabla balanceadome sobre ella, empezaron a lanzarme rocas al cuerpo algunos con mayor puntería que otros, en tanto yo mantenía el equilibrio, realice mi tiro a expensas de recibir algunas pedradas, acerté en el centro de la calabaza a 25 pasos de distancia.

Mi oponente procedió de la misma manera, aunque pudo dominar hasta cierto punto el equilibrio en la tabla, parecía que las piedras eran su mayor preocupación, pues en varias ocasiones preparo su tiro y lo cancelo por esquivar una roca, en la primera oportunidad realizo su tiro haciendo uso de sus habilidades, la flecha paso a escasos centímetros del objetivo pero no dio en el blanco, se había declarado un ganador.

Los presentes no daban crédito, les pareció a algunos un montaje y exigían una explicación, pues no podían creer que un arquero que pudo acertar a una manzana al triple de distancia de lo que estaba la calabaza allá errado en su intento de superarme.

- Sin duda su indignación es más por haber perdido en sus apuestas que por la falla de mi oponente, sin duda el es un excelente arquero, pero cuando las condiciones son controladas, en la última prueba debía preocuparse por más que sólo tensar el arco, había elementos a su alrededor que tenía que considerar además de acertar en el objetivo, a mi me enseñaron que la arquería depende de todos esos elementos, por eso eh triunfado en esta oportunidad.

Mi explicación fue suficiente para calmar el ánimo de los presentes, no así el de mi rival, que estaba verdaderamente molesto consigo mismo, pues se le escuchaba decir algunos improperios en italiano con una dulce voz, así con una voz femenina, cual fue mi sorpresa para demostrarme todo su enojo se descubrió el rostro, era el rostro de una bella mujer, sus ropas ocultaban su silueta femenina pero su rostro era sin lugar a dudas el de una joven.


Fin del capítulo 7.

jueves, 18 de octubre de 2012

Aventuras medievales - La Fragua del Dragón 1x06

Capítulo 6

Habiendo levantado mi puesto prematuramente, pues el festival aún duraría un día más, me propuse a conocer los alrededores, primero me registre en una posada, en la misma solicite al posadero me resguardas el oro que había ganado, me quede con una buena cantidad para mis gastos personales.

Ya en la explanada principal, me di cuenta que se habían organizado varios concursos, los artistas habían montado ya sus exhibiciones, la música sonaba en armonía con todos los eventos que se realizaban en el momento, sin duda no estoy acostumbrado a ver a tanta gente, sin embargo la alegría de la multitud era contagiosa, la soledad estaba presente en mi hogar, pues sólo estaba yo, pero pienso cambiar esa situación muy pronto.

Vi en la multitud varias jóvenes hermosas, con sus ropas más vistosas, de pronto me di cuenta de que yo llevaba mi ropa de trabajo aún, observe en mis alrededores, había un Mercader de ropa, me acerque para escoger algunas prendas, después de ver varios conjuntos me decidí por una camisola blanca de cordones al pecho, un pantalón negro, unas botas negras y un cinto de piel muy bien curtido que podría soportar el peso de mi espada.

Continúe observando la belleza local, observe una multitud que se encontraba expectante ante un singular evento, pues se llevaba acabo una competencia de arquería, en la cual se retaba a un misterioso joven de complexión más bien delgada, cubierto de un hábito que le cubría incluso la cara, no se podía distinguir su rostro.

-Acercaos, apuesten una moneda de plata. Si logran una mayor puntuación que nuestro arquero, ganarán la bolsa acumulada, venid, no perdáis la oportunidad- pregonaba el encargado del espectáculo.

Varios lo intentaron, pero el arquero tenía mucha habilidad, siempre los superaba en puntaje, pues los hacia tirar primero, los igualaba en puntos para que los nervios y la emoción de la posible victoria causara mella en sus capacidades de tiro, al final daba en el centro de la Diana para quedarse con la victoria.

Todo el tiempo libre que tengo, lo dedico a entrenar mis habilidades de esgrima y arquería, me pareció que este arquero misterioso merecía una lección...

-Aquí, me propongo el participar, doy esta moneda a cambio de la oportunidad de vencer a vuestro, talentoso arquero, sólo espero que me conceda que el mismo tire primero que yo- la gente se ánimo al saber de un nuevo encuentro y se reunieron alrededor, mi solicitud le pareció extraña al encargado del concurso pero no se opuso.

Tome el arco que me proporcionaban, sin duda no era de la mejor calidad, sin embargo no estaba dispuesto de manera que pudiera causar alguna desventaja a quien lo usara, el arquero me observo un momento, me pareció ver una media sonrisa en su pálido rostro cubierto en las sombras de su capucha.

Realizo el primer tiro, como lo suponía para crear una oportunidad y exaltar mi ánimo marco en la Diana 20 puntos, a sólo una línea de los 50 puntos que representaban el centro de la Diana.

Era la primera de 5 flechas a tirar, me prepare, fije mi objetivo, tuve que tirar un poco más fuerte de lo normal la cuerda, pues estaba ya un poco floja, sin embargo no representaba ningún problema.

-50 puntos, en su primer tiro, valla suerte del caballero, pero esto apenas comienza- grito entre emocionado y preocupado, pues sabía que si el enfrentamiento se tornaba complicado atraería a más espectadores, gente capaz de apostar su plata y perderla, pero también consideraba la posibilidad de pagar la recompensa, sin embargo, volteo a ver a su arquero, mismo que le devolvió una sonrisa, recuperaron la confianza, continuo la competencia.

En el segundo tiro ambos marcamos 50 puntos, la gente se acercaba al escuchara los vítores.

En el tercer tiro se repitió la marcación, la gente se emocionaba cada vez más.

El cuarto tiro, nuevamente la flecha dio en el centro, la gente empezó a proclamar la posible victoria, el arquero, no perdía la calma, no así su empleador, que se acerco a el a dirigirle algunas palabras, la justa continuo, se dispuso a realizar su último tiro, dio en el centro, finalizando su participación.

De pronto el barullo se terminó, la gente presente guardo silenció, todos guardaban el aliento para celebrar la victoria, tense el arco, fije mi objetivó, tire la flecha.

-20 puntos, han sido 20 puntos, es un empate!!!- grito el encargado del puesto, visiblemente más tranquilo, no había pasado esto en el día, todos los presentes se preguntaban como solucionar este desempate.

-2 flechas más y que gane el mejor- se propuso al fin.

Se reunió aún más gente, pues se corrió la voz de este singular encuentro, la sonrisa que tenía el arquero no desapareció, parecía aún más feliz de este giro de acontecimientos.

Se realizaron ambos tiros, mismo resultado, los presentes apenas podían creer tal despliegue de habilidades, se repetiría este encuentro por mucho tiempo si seguíamos bajo las mismas condiciones, el arquero se acercó al encargado a dirigirle algunas palabras, seguramente abría algún cambio en las condiciones del concurso, me estoy divirtiendo mucho el día de hoy.


Fin Capítulo 6

Aventuras medievales - La Fragua del Dragón 1x05

Capítulo 5

Se disputaban entre 3 caballeros la propiedad de la espada, el último de ellos había ofrecido 20 monedas de oro.

Posteriormente ofrecieron las 20 monedas de oro y un talento, el precio ya superaba las expectativas, la puja llego a lo más alto en una Mina, 2 talentos y 20 monedas de oro.

-el Sir a ofrecido, sin duda una oferta muy generosa, si no hay quien ofrezca más, contare hasta tres y finalizare la puja... Uno .... Dos.... Tres... Vendida a quien ya una vez la empuño, muchas gracias por su compra- Estaba verdaderamente satisfecho sabiendo que alguien como el portaría mi arma, pues es un gran esgrimista, un señor noble y amable, seguramente su filo nunca cortaría con mala intención.

Realizamos el trueque, sin duda nunca pensé reunir tanto oro de una sola vez, el caballero aún que había realizado un gastó considerable no parecía afectado por el mismo, al contrario se le veía pleno...

-Maestro, además del oro que ahora le pertenece por derecho, desearía que vinieras a trabajar a mi Reyno, para que pudieras ser el armero real, ofrezco tierras y un título- sin duda su oferta era tentadora, pero no necesitaba nada de lo que el me ofrecía, además si aceptara tendría que realizar cantidad de trabajos en cortos periodos de tiempo, que sin duda terminarían desgastando mi cuerpo y mis capacidades para realizar herramientas de buena calidad.

-Mi buen señor, lamentablemente no puedo aceptar su oferta, tengo planes, además poseo una tierras heredadas por mi padre, que necesitan mis cuidados, sin embargo me siento muy honrado por su consideración, ofrezco si a usted le parece, mis próximas armas iré a ofertarlas a su Reyno- sin duda sería más adecuado para mi, vender donde ya me irán haciendo un nombre.

-Pues serás recibido no como un extranjero, sino como un noble que regresa a su tierra, gratitud. Que todas tus empresas se cumplan con buenos términos, hasta pronto maestro- se despidió de mi, no supe más que agradecer e inclinar la cabeza ante tales honores.

El día de hoy ya casi termina, antes tengo que visitar a la casamentera y mañana elegir entre las mujeres del pueblo a la que será mi esposa.

Mientras guardaba mis cosas, me percate que un grupo de 5 hombres, me miraban desde un lugar cercano, hablaban entre sí visiblemente molestos, no sabría cuales son sus intenciones, pero sin duda lo descubriría pronto.


Fin capítulo 5

martes, 9 de octubre de 2012

Aventuras medievales - La Fragua del Dragón 1x04

Capítulo 4

Cuando llegue al lugar que se me había asignado, el mercader estaba feliz pues me entrego el puesto tal como se lo deje, había ganado una moneda de oro fácil, cuando le pague sus servicio se dio la libertad de comentarme con tono burlón.

-Amigo mío, cumplí mi promesa, a todo aquel que me solicito precio le di sin regateo la cifra, como es natural no vendí nada, así como me paso en el tiempo que estuve atendiendo te pasara mientras estés aquí, pues apuesto una moneda de oro a que no se te venderá ni la mitad de tus armas-
Me dijo con una sonrisa, me negué a aceptar la apuesta por que me percate de sus malas intenciones, aún así insistió tanto que cedí sólo para que guardara silencio.

Comenzó a llegar gente a mi puesto, pidiendo ver la espada de la justa, sabían mis condiciones, ni siquiera osaron ofrecerme nada, pues sabían cuanto había rechazado inicialmente, ya que el escudero contó su aventura a muchos de ellos y otros tantos se enteraron rápidamente.

-Y dígame joven, todas sus armas son de la misma calidad que esta que tanta fama a ganado?- me pregunto un entusiasta de las armas.

-Mentiría si afirmara eso, pues las aleaciones del metal son años de pruebas, el filo concedido de diferentes técnicas, pero todas las aquí presentes tienen las mismas propiedades algunas más que otras, la fortuna les entregará según escojan, una arma muy filosa y bastante resistente, una arma irrompible con un filo singular, una arma ligera y afilada con una resistencia media, entre otras combinaciones, sin embargo ninguna reúne todas las propiedades de mi "magna carta" pues en ella aplique todos los conocimientos, experiencias e inspiración que el forjar metal me da- dije lo que sentía, pues era la realidad.

-Cuál es el precio de tus armas joven- me pregunto el mismo.
-Todas las espadas están en tres monedas de oro, los arcos en 2, la docena de flechas 5 monedas de plata, las dagas en uno, los mazos en 2, por último estos 3 escudos cada uno en 3 monedas de oro- el Mercader miraba a todos con la convicción de que nadie me compraría, cual fue su sorpresa, al escuchar su reacción.

-Espadas con almenos la tercera parte de poder que su mejor arma, valuada por el caballero que venció en las justas en 15 monedas de oro, por ese precio!? Dame una espada y un escudo.- me pidió mostrándome la cantidad en oro que solicite

Así empezó la venta de mi equipamiento, varios de los que estuvieron presentes quería llevarse una de mis espadas, todo el equipo que exhibía se vendió en ese mismo día e incluso los escuderos de la justa estaban allí, para obtener para sus amos, alguna de mis armas, cuando vendí el último par me tome un receso para tomar alimentos, anuncie que la subasta sería a mi retorno, pues no demoraría en comer y beber, algunos me invitaron a los bares locales, pero yo llevaba conmigo mis alimentos y bebida, aún que me fue muy bien en la venta, gane exactamente lo quería, estaba feliz de terminar pronto con mi faena, pues tenía mi segundo objetivó con la casamentera.

Al cabo de un rato después de comer carne, queso, pan, fruta y abundante agua de la montaña, hice sonar un cuerno para anunciar el inicio de la subasta, lo toque cinco veces, anunciando entre cada uno mi intención, para mi regocijo personal la cantidad de gente que se reunió, eran de mi agrado, pues algunos ya llevaban consigo mi mercancía y otros llegaron exclusivamente a por "la espada de la justa" como la llamaban.

-Buenas tardes amables caballeros, permítanme informarles que, da inició la puja por mi arma más fuerte, años de dedicación y trabajo me llevaron a desarrollar, todos los elementos que logre reunir en equilibrio solo en esta arma, los que están aquí y se han llevado mi equipo saben el precio del mismo y como tal, pido 3 monedas de oro por mi espada, quien da más-

Se hizo un silencio, todos los presentes creían e incluso juraban que empezaría pudiendo 15 oros, pues fue el precio que todos llegaron a enterarse que rechace, pero mi espada no puede ser sólo para quien tenga más riquezas, incluso el más humilde de los hombres merecía la oportunidad de poseerla.

Antes de que nadie pudiera reaccionar se acercó a mi el Mercader, extendió su mano y me entrego una moneda de oro.

-Joven, te entrego lo que siempre fue tuyo, pues mi avaricia cegó mis ojos a tu talento, te deseo suerte pero no me atrevo a ver el precio final de tu espada, pues seguramente me invadirá una rabia que no es digna de un viejo. Adiós- me dijo y se retiró de allí, mientras que la gente empezó a gritar ofertas con entusiasmo, a llegado la hora de conocer al portador de mi preciada arma.


Fin del capítulo 4

lunes, 8 de octubre de 2012

Aventuras medievales - La Fragua del Dragón 1x03

Capítulo 3

Terminaba un encuentro cuando yo llegue, la lanza del caballero de los banderines rojos se había despedazado en el Peto del contrario azul, una astilla penetro entre las juntas del cuello del yelmo, el sangrado era abundante pero la herida no fue de gravedad, lo declararon imposibilitado para continuar, así se decidió el combate.

Anunciaban a los próximos participantes cuando se escuchó un escándalo, proveniente de las carpas de los caballeros de los banderines azules.

-Insensato!!! Como hozas ofrecerme esta espada inferior por haber olvidado la mía!? No te das cuenta de que me pones en desventaja ante mi oponente!? Acaso no valoras tu vida, si por un casual entro en combate de esgrima y no doy buena pelea, se perdería la oportunista de ganar esta justa por equipos.

La gente se enteró rápidamente de la situación, comenzaron las murmuraciones, mismas que llegaron a oídos del grupo rojo, que llevaban ventaja, de manera descortés se acercaron para hacer comentarios provocadores.

-Vive dios, si no faltaba más que una tragedia para marcar su miserable derrota, pero que no se diga de mi que sacare ventaja de este imprevisto, si el Sir no se siente cómodo con su equipamiento, aceptare gustoso decline su participación-

Sin duda las fuertes palabras del contrario sacaron toda duda de el, más sin molestarse tomo mi espada, la calzó con determinación.

-No será necesario señor mío, pues lo que me falte en espada lo compensare con esgrima, le deseo suerte, pues si entramos en duelo de tal manera, su destino será escrito-

Así ambos después de su combate verbal se dispusieron a las armas, cada uno subió a su corcel y fueron propiamente armados, se les entregó la lanza e iniciaron el combate, arremetieron uno contra otro con la fuerza y velocidad de sus monturas, más el peso de su cuerpo, armaduras, además de las poderosas lanzas, que parecen tan fuertes y al encontrarse esas descomunales fuerzas se convierten es simples astillas, el primer contacto destruyo el equipo sin más resultados.

El segundo ataque igualados en velocidad, así mismo contando el dolor del primer golpe, aconteció que en el impacto, el caballero del equipo celeste fue derrumbado de su silla, tardo en incorporarse el mismo tiempo que su oponente bajaba de su animal para entrar en duelo de espadas, pues al levantarse del golpe, no se contaría como un punto completo.

Aún mareado por la caída, el caballero se dio cuenta de su predicamento, sin mucha confianza en mi arma la tomo con ambas manos, adopto una postura de defensa y recibió el primer ataque, fue recibiendo las embestidas hasta que fue conciente de la situación, su oponente puso todas sus fuerzas en un ataque, mientras que el preparo la defensa con mayor determinación, al recibir la estocada con tanta poder y bloquearía, gano la oportunidad de un ataque, con buena técnica alzo la espada sobre su hombro derecho, dirigió su ataque hacia el pecho de su oponente, mismo que se protegió con su arma, en circunstancias normales sería un excelente ataque, sin embargo no contaba con que el acero que tenía en sus manos le diera la victoria.

El ataque que realizo con tan buena técnica y fuerza, corto por la mitad la espada oponente, el guantelete de metal e incluso abrió el peto de su contrincante, ante semejante despliegue de poder, el caballero del equipo carmesí se quedo anonadado, en esos segundos de confusión, de espaldas al suelo, sintió el metal caliente en el cuello, se dio cuenta de su precaria situación, no le quedo más que entregar la victoria, con una señal de su mano, el juez determino que la victoria era para el caballero de los banderines azules.

La gente que incrédula se dio cuenta de lo que había pasado, comenzó a gritar extasiada por la demostración de fuerza, el caballero no dejaba de ver la espada, asombrado de la resistencia y ligereza del arma.

Se dirigió hacia su escudero, que estaba más feliz de conservar la vida que de la victoria de su Sir.

-Donde compraste esta maravilla, cuanto te costo semejante arma- le dijo el caballeo ignorando las felicitaciones de la gente a su alrededor.
-No la eh comprado mi señor, aún que deje 15 monedas de oro en prenda por ella, el armero no quiso hacer el trueque, pues la va a subastar en su puesto cuando termine de vender sus armas, según tengo entendido- contesto el escudero, con la paz y tranquilidad de quien ah expiado todos sus pecados.

Me acerque tranquilamente hacia ellos, para dirigirles unas palabras.
-Sir antes que nada lo felicito por su victoria, me place que mi arma lo ayudara de la manera que lo hizo, aquí le entrego su oro pues como un favor especial, lo tomé en prenda a cambio de mi equipamiento y vengo a recogerlo, pues mi puesto esta sin mi, requiero volver pronto hasta el-
-Armero, toma el oro, déjame tu espada, pues me ah concedido la victoria, agregare más oro al que ya llevas, para que sea justo el intercambio- me dijo mientras hacia la señal a su paje para que acercara un escroto con más oro.
-Lo siento mucho Sir, pero no puedo aceptarlo aún, si le place puede pasar a mi puesto y cuando termine de vender mis armas, realizare una subasta, quien este presenté, ofertara, la puja sin rival se llevará mi "Magna Carta"- así lo dije, tome mi espada entregue el oro, procedí a mi puesto.
-Armero, no insistiré más, tu descicion en la de un hombre de carácter, toma esta pocas monedas por la molestia, acéptalas como un favor especial a mi, no te pido nada a cambio, sólo recompenso al arquitecto de mi victoria, enviare a alguien que este pendiente del inicio de la subasta, espero sepas esperar mi llegada-

tome las monedas que me ofrecía pues vi que eran sus palabras sinceras, además no es noble hacer que un caballero se rebajé a rogarle a un plebeyo.

-Así sea Sir, gratitud y buena suerte en la puja- me retire a mi puesto, me doy cuenta por la cantidad de murmuraciones y la gente que se dirigía a mi puesto, pronto vendería toda mi mercancía, así mismo no tendré necesidad de realizar ninguna demostración más, mi espada se había exhibido por su misma.


Fin del capítulo 3

Aventuras medievales - La Fragua del Dragón 1x02

Capítulo 2

El sultán me llamaba hoy con resultados positivos, pues me levanté con su canto, me dispuse a ponerme mis ropas de viaje, mi capa, sin olvidarme de mi espada ( heredada por mi padre, ya que sólo yo seguí sus pasos), mi arco y todo lo dispuesto el día anterior me esperaba, tome el carruaje en mis manos e inicie el camino hasta el Reyno.

El carruaje impulsado por mi, no era una carga tan pesada como lo fue alguna vez, pues mi cuerpo ha crecido, mi fuerza aumenta con las labores diarias, el camino era largo, pero siempre agradable, pues las copas de los árboles repletas de aves cantoras hacían mi camino ameno, el camino no era muy transitado pero no estaba del todo abandonado; era la hora con menos sombras, el calor se acentuaba, pero en el horizonte podía ver la Torres del castillo, las murallas cada vez más cercanas, me fui encontrando con mercaderes, pastores con su rebaño, incluso algunos artistas, pues son fechas de dar gracias por la cosecha, seguramente abra un festival como cada estación, así también si hay justas se venderá bien mi mercancía, tengo aún plata y oro para pagar los impuestos, ya que si no, me sería imposible vender, pues hay que pagar tributo, así evitar conflictos con las armerías.

Al llegar a las puertas me preguntaron el contenido de mi carruaje, al enterarse de mi propósito me pasaron con el recaudador para que pagara el derecho de venta, me asignaron un lugar según lo que pude pagar, no era la mejor ubicación, pero no tendría mucha competencia.

Monté unas tablas a modo de mesa, puse en orden espadas, hachas, dagas, arcos y flechas.

En un poste martille unos clavos para montar mi "Magna Carta", la espada que tanto tiempo me llevo perfeccionar, después de mezclar varios metales y formas, logre un arma que sería ideal para cualquiera que pudiera empuñaría con un buen conocimiento del esgrima.

La gente empezó a preguntar por mis artículos, el precio era justo pero la gente quería regatear, mi padre me enseño que uno no debería juzgar el precio que pone a su trabajo, pues sólo el que labora sabe el esfuerzo, dedicación, recursos y tiempo que conlleva la elaboración de los mismos, también me recomendó encarecidamente no exigir más de lo justo, pues no es de gente noble.

Había llegado a la conclusión de que mi "Magna Carta" no tenía precio, pero no la hice para mi, ella tendría que encontrar su dueño, tal vez quien la compre no será su dueño final, si no que será concedida en combate, mientras tanto lo más justo me pareció realizar una subasta, así sólo el creador le concederá el precio justo, la valorare como una espada más, pero antes daré una exhibición.

De súbito llego un escudero agitado, exigiendo mi mejor arma, le indique cual era, me ofreció 15 monedas de oro, estaba desesperado pues había olvidado la espada de su señor, pero ya tenía yo un plan, le dije que sería subastada y aún que talvez no alcance la cantidad que el me ofrece, no puedo ir en contra de los planes ya establecidos, le ofrecí una arma de menor calidad por 3 monedas oro.

-Mi buen señor, apiadase de mi, si me tardo un minuto más será demasiado tarde, si no llevo un arma de calidad, mereceré la muerte, acepte todo el oro a cambio de su mejor arma, vea que es un asusto de vida o muerte-

El joven verdaderamente parecía asustado, seguramente el caballero a quien servía era un hombre severo, sin embargo yo tenia que respetar mis compromisos, por lo cual tome una decisión.

-Joven te veo en un predicamento, sin embargo no puedo venderte mi arma, pero haré un compromiso contigo, llévate la espada y tomare tu oro en prenda, cuando allas terminado de usarla, retorna con ella, dame tu palabra de honor-

"Así lo haré" alcanzo a decir el Escudero, su urgencia le hizo olvidar los buenos modales, partió raudo hacia el área de justas, no dudo que estos acontecimientos son buena señal, deje encargado con un Mercader mi puesto, con la promesa de una moneda de plata por cada venta, el ya sabía mis precios pues todo el día me había criticado que eran muy elevados, aún así le recordé que no regateara nada y si no vendía nada le daría una moneda de oro, le pareció justo y me dio su bendición.

Voy hacia el área de justas, mi espada estaba labrando su propio camino.

Fin capítulo 2


sábado, 6 de octubre de 2012

Aventuras medievales - La Fragua del Dragón 1x01

Esa mañana el sol salió más temprano de lo normal, su luz apenas calentaba el ambiente, el rocío se acentuaba en las plantas y los árboles.

Ese día el cambio de temperatura me despertó en lugar de que lo hicieran el sultán ( así llamaba al portentoso gallo que tenía en su harem 7 gallinas salvajes y varios polluelos)

Las obligaciones de cada mañana las llevaría con buen tiempo pero antes me dispuse a tomar pan y queso, pues mi padre siempre decía que un dragón no podía crear fuego sin su aceite, así un hombre no podía trabajar con el estómago vacío.

Después de alimentarme, comencé a reunir leños secos de los que almacene en la temporada pasada, con la hacha bien afilada los corte por el centro y después las mitades resultantes de nuevo fueron partidas, me detuve hasta que fueron suficientes para la labor de hoy.

Tome mi arco y mis flechas, me adentre en el bosque rumbo a las cuevas, con suerte en el camino casaría mi comida.

Una liebre se alimentaba pacíficamente, tome una flecha en mi mano, agradecí al creador por la oportunidad de un alimento justo para una persona, así no tendría que desperdiciar nada, incluso su piel haría más cómodas mis jornadas al ponerla en mi silla de afilar; exhale para sacar de mi toda duda, inhale al mismo tiempo que tensaba la cuerda, al exhalar nuevamente solté la flecha, el camino de la misma ya estaba decidido por mi, la vida de esa criatura término, para convertirse en el aceite de este caballero dragón.

Conseguí buenas rocas cargadas de metal, incluso algunas piedras preciosas para adornar, la mina a pertenecido a mi familia por generaciones y se ha conservado ya que sólo tomamos lo que necesitamos, nunca más de lo debido.

Mi padre me enseño los secretos de la alquimia, añado ciertos metales de diferente consistencia y dureza, para que mi acero no se rompa fácilmente y difícilmente se oxidé.

El molde de la hoja recibió el metal fundido, las impurezas eran imperceptibles, pero existían, el mazo y el yunque se encargarían de sacarlas y terminar de darle forma; trabaje en ella por horas, golpeaba, templaba el metal una y otra vez, hasta que supe que era el momento de detenerme.

El mango de la espada era de cuerno de alce, montado en metal más pesado que la espada, una guarda recta con terminación en diamante, en el centro del mango puse una piedra verde, con la forma de una escama, sujeta por metal en forma de una garra de dragón, que es el distintivo de mis armas.

Me dispuse a afilar el arma, una tarea más que ardua, ya que el metal que conseguí es muy duro, estuve hasta entrada la tarde afilando la espada, después cuando quede satisfecho probé su filo en madera, su resistencia en metal y su equilibrio empuñandola.

Hacia mucho tiempo que no practicaba esgrima, la espada que fabrique era ligera como una pluma, la hoja reflejaba la luz como si se tratara de un río en calma, la empuñadura aunque no fue fabricada para mis manos era cómoda y suficiente.

Mañana será el día que valla al reyno, esta alejado de mi hogar, pero eh trabajado mucho y tengo que compartir mi arte, ya tengo la edad para desposar a una mujer, cuando termine de vender mis armas buscare a la casamentera local, para elegir pareja, espero que pueda hacer feliz a una mujer, de la misma manera que mi padre con mi madre.

Después de una larga jornada, prepare al conejo para comerlo, guarde una parte para el camino, tome del agua que reuní en las montańas y prepare las reservas que llevaría.

Todos las armas que había fabricado, las dispuse en el carruaje, el sol se ponía cuando yo ya estaba listo para dormir, mañana será un día excelente, pues es el principio del resto de mi vida.

Fin capítulo 1

Me siento inspirado al relatar la historia de este hombre, un ser que nació en mi mente, vivirá en mis sueños y tomara sus propias decisiones.


viernes, 5 de octubre de 2012

Expo Anima / Saltillo Coahuila

Pertenezco a "La Hermandad Hashashin" un grupo de amigos que se han reunido desde ya hace buen tiempo para practicar esgrima medieval, entre otras artes necesarias para caracterizar eventos y personajes de la edad oscura.

La pasión y dedicación que se concentra en estas reuniones, ha dado sus frutos, pues en esta ocasión, gracias a Link Lex (Miembro fundador) se consiguió la oportunidad de entrar a este evento en el centro comercial "la Nogalera".

El día 29 y 30 de septiembre se embarcaron a la aventura, sin miedo y con determinación, pues un medieval no tiene miedo.

El día sábado, presentes Omar Drako (Miembro Fundador) y Link Lex, llegaron con todo el equipo para la exhibición, incluidos premios para los ganadores de los torneos que se organizarían.

En el lugar había un grupo de "Soft Combat" que con más ganas que conocimiento, se atrevieron a autonombrarse "Enemigos de la hermandad", en palabras de Link "Nuestro grupo se llama la hermandad, por que la intención es esparcir el arte medieval no competir con nadie en específico, pero si ellos así lo quieren, les mostraremos..." Ese día Saltillo conoció el verdadero arte, la pasión y entrega de la hermandad.

Sólo puedo relatarles mis experiencias apartir del día domingo que fue cuando estuve presente.

Llegue temprano acompañado de mi discípulo (Jorge Orozco), así mismo el destino quiso que el buen Charlie Darkness se uniera a nuestra aventura.

Llegamos y me caracterice con mi cosplay de Ezio Auditore (Porcio Marranore XD) nos tomamos algunas fotos con la gente que lo solicito, posteriormente nos reunimos con los hermanos y ayudamos a instalar el equipo.

Estuve mayormente en el área de arquería, con tan buena suerte que habiendo gente en la primera demostración que di, con la primera flecha acerté en el centro de la Diana.

Posteriormente le estuve aconsejando a aquellos que era la primera vez que tiraban con arco, con tan buenas indicaciones que la mayoría dio en el blanco y otros tantos acertaron en el centro de la Diana.

Tuve discípulos pequeños:

Jovencitas entusiastas:

Incluso una Valkirya:


Así mismo tuve la oportunidad de ser juez en varios combates individuales y apoyando a Link en los Torneos:

(Anexar video)

Estábamos disfrutando de sano esparcimiento, pero todo acabo cuando la nación del fuego ataco XD no la verdad llego el director de protección civil y para evitarnos problemas, detuvimos la actividad, así tuvimos la oportunidad de pasearnos y tomar fotos, así como el respectivo break para tomar alimentos.

En resumen la experiencia fue muy buena, los organizadores estuvieron complacidos con la cantidad de gente que atrajo la hermandad, los visitantes incluso querían formar parte de nosotros, sin embargo no querían viajar hasta Nuevo León.

El único daño fueron las flechas que atravesaron la tabla-roca detrás de las dianas, un par de flechas rotas y un corte que le hicieron a Omar en combate, espero pronto allá otro evento. Para hacer presencia, mientras tanto iré a entrenar cuanto el trabajo me lo permita.

Unanse a la hermandad Hashashin, todos los martes a las 6 pm el la explanada del parque "las Arboledas" en San Nicolás, Nuevo León.

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"Honor y Gloria, para la hermandad"