jueves, 18 de octubre de 2012

Aventuras medievales - La Fragua del Dragón 1x05

Capítulo 5

Se disputaban entre 3 caballeros la propiedad de la espada, el último de ellos había ofrecido 20 monedas de oro.

Posteriormente ofrecieron las 20 monedas de oro y un talento, el precio ya superaba las expectativas, la puja llego a lo más alto en una Mina, 2 talentos y 20 monedas de oro.

-el Sir a ofrecido, sin duda una oferta muy generosa, si no hay quien ofrezca más, contare hasta tres y finalizare la puja... Uno .... Dos.... Tres... Vendida a quien ya una vez la empuño, muchas gracias por su compra- Estaba verdaderamente satisfecho sabiendo que alguien como el portaría mi arma, pues es un gran esgrimista, un señor noble y amable, seguramente su filo nunca cortaría con mala intención.

Realizamos el trueque, sin duda nunca pensé reunir tanto oro de una sola vez, el caballero aún que había realizado un gastó considerable no parecía afectado por el mismo, al contrario se le veía pleno...

-Maestro, además del oro que ahora le pertenece por derecho, desearía que vinieras a trabajar a mi Reyno, para que pudieras ser el armero real, ofrezco tierras y un título- sin duda su oferta era tentadora, pero no necesitaba nada de lo que el me ofrecía, además si aceptara tendría que realizar cantidad de trabajos en cortos periodos de tiempo, que sin duda terminarían desgastando mi cuerpo y mis capacidades para realizar herramientas de buena calidad.

-Mi buen señor, lamentablemente no puedo aceptar su oferta, tengo planes, además poseo una tierras heredadas por mi padre, que necesitan mis cuidados, sin embargo me siento muy honrado por su consideración, ofrezco si a usted le parece, mis próximas armas iré a ofertarlas a su Reyno- sin duda sería más adecuado para mi, vender donde ya me irán haciendo un nombre.

-Pues serás recibido no como un extranjero, sino como un noble que regresa a su tierra, gratitud. Que todas tus empresas se cumplan con buenos términos, hasta pronto maestro- se despidió de mi, no supe más que agradecer e inclinar la cabeza ante tales honores.

El día de hoy ya casi termina, antes tengo que visitar a la casamentera y mañana elegir entre las mujeres del pueblo a la que será mi esposa.

Mientras guardaba mis cosas, me percate que un grupo de 5 hombres, me miraban desde un lugar cercano, hablaban entre sí visiblemente molestos, no sabría cuales son sus intenciones, pero sin duda lo descubriría pronto.


Fin capítulo 5

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